jueves, 31 de mayo de 2018

(Proto)tipos de palabras


1. Los fonemas distinguen palabras: morfofonémica.

Los fonemas y su representación en el alfabeto (las letras) sirven para distinguir las palabras que integran el léxico (vocabulario o diccionario) de una lengua. Una mera variación del sonido implica un cambio total en nuestra mente: un significado distinto y otra clase léxica.
2. Morfología de las palabras.

2.1. Homonimia.

Suenan exactamente igual, aunque sean totalmente distintas por su significado y por su función sintáctica.

3. Se ha ido de casa.
4. Se casa.
5. Se ha ido de caza.
2.2. Derivación.

Dos de ellas pertenecen a la misma familia léxica: ‘cas-a’ es una forma verbal emparentada con ‘casa’, aunque no deriva directamente de ella. Por el contrario, ‘cas-a-miento” sería un derivado nominal del verbo ‘casarse’. Como resultado de la formación de palabras, ‘cas-a, cas-a, cas-a-miento’ comparten una misma raíz o lexema: *cas-.
La derivación se produce por la adición al lexema de un morfema derivativo: *-miento, del cual puede ser prefijo (antes del lexema: ‘super-casa’) o sufijo (después del lexema: ‘cas-a-miento’).

2.3. Etimología asociativa.

La etimología popular o asociativa está en el origen de la mayoría de los errores ortográficos que repetimos de forma inconsciente:
  • tubo (sustantivo) vs. tuvo (pasado perfecto simple del verbo tener) y sus derivados mantuvo, contuvo, retuvo, obtuvo, etc..
  • ver (a ver si, cómo, etc.) vs. haber.
  • rayo, raya, rayar vs. rallar, rallador.
  • vaso vs. basar, rebasar, rebosar, rebalsar.

3. Semántica de las palabras.

3.1. Polisemia.

6. Ata ese cabo.
7. El faro está en el cabo.
3.2. Sinonimia.

8. Ata esa cuerda.
9. El faro está en la punta.

La palabra ‘cuerda’ tiene un sentido similar, aunque no idéntico, al de ‘cabo’ en el enunciado 8; al igual que ‘punta’ en el enunciado 9. Ambos, ‘cuerda’ y ‘punta’, son palabras sinónimas de ‘cabo’ en distintos contextos. La sinonimia nunca es perfecta, lo que quiere decir que la aparición de una palabra o de la otra no es insignificante. 
  
3.3. Relaciones no equivalentes

 Frecuentemente, el significado de una es más general (hiperónimo) y el otro es más concreto (hipónimo).
De similar manera, se distingue entre el holónimo: la ‘cuerda’, que es el todo o la realidad completa, y el merónimo: el ‘cabo’, que es una parte del todo. 

3.4. Espacios mentales

 Sirvan como ejemplos el campo semántico de los automóviles y el espacio mental del movimiento . Es llamativo que cada lengua o idioma, e incluso cada dialecto, organice las distintas secciones del mundo por medio de distintas palabras, con un grado de concreción muy diverso, dependiendo de cada cultura y su diferente relación con el cuerpo o con el medio ambiente.
 

4. Función de las palabras: morfosintaxis.

4.1. Tipos de palabras según su función.

10. Ha pasado mucho (= periodo amplio) tiempo.
11. Ya he visto mucho (= muchas cosas).
12. Trabaja mucho (= acción intensa y frecuente).


Así pues, ¿pertenecen o no esas tres palabras al mismo tipo o prototipo?
Si las palabras pertenecen a una clase o tipo, será posible su sustitución por otra de la misma clase en el mismo lugar del enunciado, aunque, lógicamente, se modifique su significado. Las palabras que se sustituyen entre sí pertenecen a la misma clase morfosintáctica (un tipo de palabras), pero no son sinónimas:

13. Ha pasado un (algún, bastante, demasiado, otro, etc.) tiempo.
14. Ya he visto algo (alguno, bastante, demasiado, otro, etc., pero no ‘un, algún’).
15. Trabaja poco (algo, bastante, demasiado, etc., pero no ‘un, algún, alguno, otro’ con la misma función).

4.2. La flexión de las palabras: morfemas flexivos.


16. Me gustan las casas de ese pueblo.
17. Ellos se casarán mañana.

La flexión hace posible que una misma palabra en el diccionario (casa, casar) adopte distintas formas según el contexto, para expresar circunstancias variables:
  • el género o el número (sustantivos, adjetivos, determinantes, pronombres): casa-s.
  • el modo, el tiempo o la persona (verbos, pronombres): cas-arán.
Los morfemas flexivos se añaden a la raíz o el lexema como los morfemas derivativos (cas-as, cas-arán), pero no deben confundirse con ellos. De hecho, la flexión puede afectar a la palabra entera, incluida la raíz, en el caso de los determinantes artículos (el, las) o los pronombres (vosotras, ellos).

4.3. Las categorías de la flexión.

Las categorías de la flexión no son solamente morfológicas, sino también semánticas y sintácticas:

- El número se refiere a la cantidad en el mundo representado, aunque de manera meramente indicativa y evaluativa: singular y plural.

- El género construye el referente de algunas palabras en virtud de las diferencias culturales y simbólicas entre masculino y femenino, que muchas veces no tienen relación alguna con el sexo.

- La persona caracteriza a los interlocutores y a los personajes del texto, por su relación con el/la hablante: 1ª persona (el hablante y su grupo), 2ª persona (sus interlocutores), 3ª persona (fuera de la relación personal con los hablantes).

- El modo se refiere a la modalidad del enunciado, de acuerdo con la intención de los hablantes: indicativo, infinitivo, participio, gerundio (representan un hecho real o verificable), subjuntivo (expresa un deseo, una hipótesis o su negación), imperativo (expresa un mandato).

- El tiempo se refiere a la línea temporal que construye virtualmente la lengua, para organizar los hechos que se representan: futuro, presente, pasado, pasado antes del pasado.

4.4. Palabras variables.

Son aquellas que cambian de forma para comunicar diferencias en el mundo representado o en el código que lo representa: sustantivos, adjetivos, determinantes, pronombres y verbos. Es decir, las palabras variables tienen flexión o se flexionan.


4.5. Palabras invariables.

También estas sirven para comunicar variaciones en el mundo o en el código, pero no lo hacen cambiando de forma, sino seleccionando otra palabra distinta entre las posibles dentro del mismo tipo: adverbios, preposiciones, conjunciones e interjecciones. No tienen flexión, no se flexionan.
 

4.6. Las reglas de la concordancia.

No es difícil darse cuenta que las marcas de la flexión de las palabras (lexemas o morfemas flexivos), que expresan las categorías sintácticas de género, número, persona, etc., están en relación unas con otras. Cuando se combinan en una oración o en un texto, tienen que concordar entre sí.
 

4.7. Otras reglas de selección sintáctica.

El verbo, el sustantivo y el adjetivo imponen ciertas condiciones para la construcción de sus grupos, a la hora de seleccionar unas palabras u otras. La regencia sobre las preposiciones es el mejor ejemplo:

26. Vengo de casa.
27. Salgo de casa.
28. Salgo *para casa. (¿Es correcto o incorrecto? ¿En qué registro sería correcto?).
29. Voy para casa.

Pero trataremos de eso cuando estudiemos la organización de los sintagmas o grupos de palabras.

5. El estudio de las palabras.

Del estudio de todos esos fenómenos que acabamos de enumerar se ocupan:  
  • la fonología: dentro de su ámbito se encuentra la descripción del valor de los fonemas para distinguir palabras o morfofonémica.
  • la morfología: la parte de la lingüística que estudia la formación de las palabras.
  • la semántica: la ciencia que estudia el significado de cualquier signo humano, incluidas las palabras.
  • la sintaxis: dentro de su ámbito estaría la descripción de las funciones sintácticas de las palabras, cuando se combinan en una oración o en el texto; es decir, la morfosintaxis.

6. Clasificación de los tipos de palabras.

6.1. Definición: función sintáctica.


a) Palabras variables.

Nombres o sustantivos: Se refieren a un ente (persona, animal, cosa, idea) en un mundo real o posible, asignándole un número y un género. Verbos: Expresan un hecho de una persona en el tiempo (pasado, futuro, presente), con un aspecto (perfecto o imperfecto) y un modo enunciativo (indicativo, subjuntivo, imperativo). Pueden ser simples o compuestos (verbo auxiliar haber + verbo principal en participio), personales o no personales (infinitivo, gerundio y participio). Determinantes: Presentan a un sustantivo en categorías lingüísticas, es decir, según sea su modo de referencia: artículos (género, número, actualidad), posesivos (relación con el hablante), demostrativos (ubicación con respecto al hablante), numerales (cantidad), indefinidos (existencia o cantidad estimada), interrogativos/exclamativos (modo de enunciación). Pronombres: Se presentan a sí mismos, sin necesidad de un sustantivo. Adjetivos: Expresan una cualidad del sustantivo, para identificarlo (especificativo) o para evaluarlo (explicativo).


b) Palabras invariables.

Adverbios: Marcan las circunstancias de los hechos: la cantidad estimada, el tiempo, el modo, el lugar; pero también el modo enunciativo (afirmación, negación, duda, deseo). Preposiciones: Marcan algunos argumentos necesarios para el verbo y el sustantivo, pero también introducen las circunstancias de los hechos, a semejanza de los adverbios. Conjunciones: Unen palabras, grupos de palabras, proposiciones u oraciones, para crear una relación lógica entre hechos o ideas (asociación, disyunción, causa, consecuencia, concesión, etc.). Interjecciones: Expresan un enunciado exclamativo, que puede constituir un texto por sí solo.

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